La inteligencia artificial sorprende en el ámbito de la Justicia

Ya sabemos que la inteligencia artificial (IA) da para todo. Desde influencers, hasta el ámbito de la medicina o los quehaceres hogareños, esta tecnología nos sorprende día a día y ahora, ha llegado al mundo de la justicia, porque una empresa israelí ha creado una IA en las respuestas de la jueza estadounidense Ruth Bader Ginsburg, una de las letradas más reconocidas de la Suprema Corte de los Estados Unidos. 

La compañía AI21 Labs ha sido la encargada de llevar adelante este proyecto y ofrece un chat que entiende preguntas del ámbito legal y la jueza responde si está bien o mal. El experimento donde se han repasado las opiniones, entrevistas y sentencias de la jueza se fundamentó en un total de más de 600.000 palabras del ámbito legal se han utilizado para entrenar a esta IA. Todas ellas provienen de una de las juezas con más renombre, que falleció hace un par de años.

En un recuadro, podemos escribir cualquier cosa a la IA, siempre que esté en inglés y se pueda responder con sí, no, o quizás. Además de elegir una de las tres opciones, argumentará ligeramente la respuesta.

La IA ya se ha implantado en la Justicia, pero por el momento como apoyo. Esta herramienta basada en la jueza Ginsburg es llamativa y es uno de los trabajos más modernos, pero el uso de algoritmos e IA en la Justicia no es nuevo. Desde hace tiempo la administración de Justicia utiliza algoritmos para calcular la probabilidad de reincidencia o para recuperar información de grandes bases de datos, pero se ha quedado ahí.

Los robots se postulan como la solución ante la diferencia de criterios de los jueces. Al no verse afectados por las emociones, los algoritmos prometen una mayor objetividad, al menos así han afirmado los especialistas.