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Fútbol y tecnología: una combinación que suma

Las novedades llegan al deporte en este mundial de Qatar.

30 Noviembre de 2022

Al Rihla.
Al Rihla. — Foto: FIFA.

La tecnología se instaló en el fútbol hace tiempo con la llegada del VAR, motivando a un juego limpio y de ayuda para los árbitros y jueces de líneas. El mundial de Qatar ha traído muchas novedades y, una de las más resonantes es la tecnología semiautomatizada para la detección del fuera de juego. Este sistema ayuda a los equipos del VAR y a los árbitros sobre el terreno de juego a adoptar decisiones más rápidas, precisas y fiables en la competición futbolística más importante del mundo. La jugada se define en un total de 25 segundos como máximo.

La Visión 2020-23 tiene un total de doce cámaras instaladas bajo la cubierta del estadio para captar los movimientos del balón y hasta 29 puntos de datos de cada jugador, 50 veces por segundo, para calcular sus posiciones exactas sobre el terreno de juego. Además agregaron una recopilación de datos que incluye las extremidades y partes del cuerpo que se tienen en cuenta para señalar un fuera de juego.

Al Rihla, el balón oficial del Mundial tiene en su interior un elemento decisivo para la detección de las posiciones antirreglamentarias dudosas: una unidad de medición inercial (IMU por sus siglas en inglés). Se trata de un sensor en el centro de la pelota que envía un paquete de datos 500 veces por segundo a la sala de vídeo, lo que permite detectar con absoluta precisión el momento exacto en el que el jugador patea.

Al Rihla.
Al Rihla.


¿Gol de CR7 o no?

Este lunes, en el inicio de la segunda parte del partido entre Portugal y Uruguay, un centro lanzado por el portugués Bruno Fernandes desde afuera del área grande, pasó sobre la cabeza de Cristiano Ronaldo, que se encontraba ingresando por el área chica. Esta jugada, terminada en gol, ocasionó muchas dudas sobre quién fue el verdadero autor del tanto, ya que el 7 europeo amagó un cabezazo justo antes de que el balón se perdiera en la red. 

Ronaldo festejó rápidamente, como si el gol fuera suyo, sin embargo, el balón Adidas que se usa en el Mundial ha servido para demostrar que el futbolista no llegó a tocarlo con su cabeza. No hubo "latido" para el sensor en ese instante. El gol, quedó adjudicado a su excompañero del Manchester United, Bruno Fernandes.